En un nuevo episodio del podcast Curiosos, conducido por Iván Troncoso, se abordó una de las temáticas más profundas y urgentes del ámbito educativo: la inclusión escolar. La invitada fue Viviana Hojman, psicóloga educacional, magíster en Comunicación y Educación en la Universidad Autónoma de Barcelona, doctora en educación y directora ejecutiva del programa Valoras UC de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quien ha dedicado su carrera a construir comunidades escolares más justas, humanas y diversas.
Repensar la educación desde la diversidad
Desde el inicio, Hojman propone una mirada crítica al sistema educativo tradicional, centrado en la evaluación de resultados más que en los procesos de aprendizaje colectivo. La profesional agrega que “una comunidad que se reconoce a sí misma como tal es cuando pone en el centro el bienestar de todos. Nuestra prioridad no es tener niños que tengan el mejor Simce del planeta, sino tener una comunidad responsable de todos”.
Para ella, la inclusión no es un complemento de la educación, sino su núcleo. La escuela, dice, debe convertirse en una comunidad de aprendizaje donde todos, incluidos los niños, sean responsables del desarrollo común.
Inclusión como justicia, no solo acceso
Hojman plantea que si bien existe un consenso general sobre la importancia de la inclusión, su implementación real sigue siendo limitada. “Inclusión no es solo acceso. Es también justicia: dar a todos un espacio real para aprender”, afirma la académica, vinculando este derecho con los principios fundamentales de los derechos humanos.
La diversidad en las aulas, además, es amplia y compleja: estudiantes con necesidades educativas especiales, migrantes, desigualdades de género, entre otros. Aunque algunos grupos han ganado visibilidad, muchos siguen enfrentando barreras reales.
Transformar el aula, no adaptarla
Uno de los principales desafíos es dejar atrás la visión de la inclusión como una suma de adaptaciones individuales. “No se trata de hacer una clase especial para cada grupo. Se trata de construir un aula diversa por diseño, no por excepción”, sostiene Hojman.
Esto implica transformar la cultura escolar: reemplazar la enseñanza frontal por dinámicas activas, colaborativas y centradas en los estudiantes. Solo así, señala, se puede construir una educación inclusiva que sea sostenible y efectiva.
El rol irremplazable de las familias
La inclusión, dice Hojman, no es responsabilidad exclusiva de los docentes ni de las escuelas. “La familia no es un invitado. Tiene que meterse con compromiso”, enfatiza la psicóloga educacional. Construir una comunidad educativa verdaderamente inclusiva requiere la participación de las familias y su disposición a transformar creencias arraigadas.
Sin embargo, muchas veces los cambios encuentran resistencia en los propios apoderados. Algunos rechazan que sus hijos compartan el aula con estudiantes que aprenden a ritmos distintos, alegando que “los atrasan”. Esta visión individualista de la educación como una competencia personal es uno de los principales obstáculos para avanzar.
La inclusión incomoda: razones de fondo
¿Por qué la inclusión aún genera incomodidad? Para Viviana Hojman, las causas son dos:
- Falta de transformación cultural: mientras persista la idea de que educar es solo transmitir contenidos, la inclusión será inviable.
- Un enfoque técnico e insuficiente: medidas aisladas como las adecuaciones curriculares no bastan si no van acompañadas de cambios estructurales.
“La inclusión requiere una escuela que deje espacio para todos”, resume la docente. No basta con tolerar la diversidad: hay que diseñar activamente entornos donde todos puedan aprender, participar y desarrollarse.
Más que integración: inclusión real
Hojman explica que estamos transitando desde una lógica de integración (en la que los niños eran separados del aula para recibir apoyos) hacia una lógica de inclusión, en la que los apoyos se entregan dentro del aula común. Esto implica no solo prácticas distintas, sino también un cambio de paradigma: todos somos diversos y la educación debe reflejarlo.
“Cada país, cada comunidad educativa y cada docente va encontrando su camino. No existe una única forma de hacer inclusión, pero sí un principio rector: todos los estudiantes deben aprender juntos, con apoyos reales y con una mirada colectiva del aprendizaje”, afirma la directora ejecutiva del programa Valoras UC.
Inclusión como oportunidad, no como carga
Finalmente, la psicóloga educacional nos deja una invitación clara: repensar la escuela no como un espacio de homogeneidad y competencia, sino como una comunidad que celebra la diferencia y aprende de ella.
“La inclusión no es una meta opcional: es el corazón de una escuela democrática y humana”, concluye Viviana Hojman.
Episodios anteriores de Curiosos
¿Quieres disfrutar los anteriores episodios del podcast Curiosos? En los siguientes enlaces podrás ver o escuchar a María Soledad Herrera, Paula Aguirre, José Miguel Aguilera y Carolina Moreno, Eduardo Arellano, Consuelo Ceppi de Lecco, Rodrigo Mayorga, Alejandra Vargas, Andrés Ried, Óscar y Beatriz Wirth, el Dr. Pablo Aguilera, Paolo Bortolameolli, Jeannette von Wolfersdorff, Pedro Traverso, María José Pérez, Josefina Movillo, al cardenal Fernando Chomali, Karen Connolly, Denisse Goldfarb, Antonio Kovacevic, Daniel Halpern, Carolina Martínez y Eduardo Fermandois.
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