Ignacio Sánchez, rector de la UC, y Luz Montero, directora de Educación Continua UC, publicaron en La Tercera una columna de opinión sobre aprendizaje permanente.
A continuación, el texto íntegro de la columna:
El auge de la educación online y para toda la vida está muy vinculado a la revolución tecnológica que impone la urgencia de actualizarnos en nuevas competencias y capacidades. A ello se suma un mercado laboral en permanente transformación donde se requiere “reactivar y transformar el capital humano” como lo sostiene el Foro Económico Mundial (WEF); e identificar herramientas para la gestión del talento que se adapten a las necesidades de mano de obra y de sectores específicos de la población.
Por ejemplo, para las mujeres el aprendizaje virtual es más accesible que la educación presencial, citando la movilidad, la seguridad y las obligaciones familiares como sus principales factores de decisión. Según datos del Informe de Mujer y Competencias de Coursera, la participación de mujeres que aprenden en línea ha aumentado significativamente y comienza a igualar la participación de los hombres en muchos países; creciendo su participación de un 38% en 2019 a un 45% en 2021.
“El aprendizaje nunca agota la mente”, decía Leonardo Da Vinci y la UNESCO ha integrado ese mensaje al promover una cultura de educación para toda la vida (Lifelong learning). Este concepto considera las motivaciones, habilidades y formas de aprender de una persona, así como el esfuerzo individual y colectivo que involucra ese proceso, incluso en la vejez.
En un mundo cada vez más incierto y volátil —donde abundan los datos— el “aprendizaje activo” se mantiene entre las tres habilidades más demandadas para el 2025. Las personas necesitamos dar sentido a la información y comprender qué es lo determinante para así tener un relato coherente, significativo e innovador que nos permita adaptarnos a la realidad.
Y, por ello, se requieren programas para adquirir nuevas competencias (reskilling) o actualizar conocimientos y habilidades para mejorar el desempeño (upskilling). El interés por la digitalización y la tecnología son innegables, pero también tienen un rol muy importante las llamadas habilidades transversales: el pensamiento crítico, la resiliencia, la creatividad, la inquietud e iniciativa y la inteligencia emocional, entre otras.
Una propuesta que considere lo anterior aporta a un cambio cultural que nos facilitará la internacionalización para crecer como sociedad y como personas en un mundo global y multicultural. Ello también atraerá talento y conocimiento interdisciplinario, y podremos transferirlo a quienes lo necesiten. De esta manera y gracias a la tecnología, hoy es posible tomar un curso o un magíster desde cualquier lugar del mundo y contar con profesores y expertos nacionales o internacionales sin importar el lugar en dónde estemos.
La formación online nos acerca más a la comunidad y a las empresas para mejorar la empleabilidad de sus trabajadores; y contribuye a formar un ecosistema más dinámico, transversal y colaborativo con las necesidades de diversas personas, sectores e industrias. Este aporte no es menor en un contexto mundial complejo y con una situación económica difícil como la actual, donde se espera que el enfriamiento de la economía generará un aumento del desempleo.