En una nueva conmemoración del Día del Trabajo quisimos explorar algunas miradas sobre esta temática que nos toca a todos; además de proponer una radiografía de los trabajadores en Chile.
Día del Trabajo, desde la mirada de la gestión
El profesor Nicolás Majluf, jefe de Programa del Diplomado en gestión de personas, destaca que la buena empresa debe proveer trabajos de calidad, no conformarse con crear puestos de trabajo, a secas.
Un puesto de “trabajo de calidad” se reconoce en tres dimensiones: “Las condiciones de trabajo (cuyo aspecto más visible es una “remuneración justa”, pero no es lo único), el ambiente de trabajo y el sentido del trabajo”, sintetiza.
Remuneración justa
Explica que la “remuneración justa” es el primer atributo y el aspecto más visible de un puesto de trabajo de calidad. Exige conjugar las necesidades y legítimas aspiraciones de las personas, con las posibilidades reales de la empresa.
Desde el punto de vista económico: “Se debe remunerar según la productividad marginal del trabajo”. Quien más contribuye, más recibe. Pero desde el punto de vista ético, no es la única materia que debe tenerse en cuenta. Otros requisitos de una “remuneración justa” son la necesidad de las personas, la situación de la empresa y que se considere el trabajo como bien social. Esto es, que haya trabajo para el mayor número de personas que puedan y quieran emplearse.
Condiciones de trabajo
Tal vez lo más valorado por las personas son las oportunidades de desarrollo de su potencial creativo, profesional y humano que tiene en su lugar de trabajo, explica.
En este sentido, una buena empresa ofrece posibilidades de perfeccionamiento continuo, a través de programas formales (“Universidad de la Empresa” o instituciones de capacitación) y, muy importantemente, en el propio trabajo, a través de mentorías de empleados con experiencia (learning by doing).
El resultado es una persona que aumenta significativamente su “capital humano”, lo que la hace más “empleable”. Es decir, más atractiva para ser contratada si es que decidiese cambiar de trabajo (o tuviese que dejar su trabajo).
También se aprecian positivamente las oportunidades de participación en la información y en las decisiones, y la autonomía para cumplir con los compromisos que han asumido. Esto empodera (empowerment), da un espacio de libertad para definir, innovar, crear y asumir la responsabilidad del trabajo.
Por último, “seguridad y salud ocupacional es un requisito que debe cumplirse, para controlar los riesgos del trabajo, y ofrecer espacios confortables y atractivos para funcionar”.
Ambiente de trabajo
A juicio de Nicolás Majluf, un buen ambiente de trabajo se caracteriza porque el proyecto es motivante, se dan facilidades para el logro de las metas personales y de grupo, se prodiga con generosidad y justicia el reconocimiento por un trabajo bien hecho, y las relaciones se dan de un modo respetuoso y amable (prima la amistad). “De hecho, el ambiente de trabajo se percibe positivamente cuando las condiciones de trabajo favorecen la cooperación y amistad entre las personas”, dice.
Algunas políticas de la empresa que ayudan a generar un ambiente positivo de trabajo tienen que ver con la justicia; un estilo de liderazgo cercano y un trato considerado y respetuoso; una comunicación de buena fe, basada en la confianza y el respeto mutuo, particularmente cuando surge un conflicto; el respeto de los espacios de intimidad que permita mantener la justa armonía entre los intereses de trabajo y familiares, y la promoción de la diversidad.
Sentido del trabajo
Para Nicolás Majluf, el sentido del trabajo es más relevante para una persona que la remuneración, las oportunidades de desarrollo de carrera o las condiciones en que se realiza su labor, “pues da sentido a la vida misma”.
“La condición fundamental de un ‘trabajo con sentido’ es que el propósito de la organización, cualquiera sea su actividad, se oriente a satisfacer las necesidades de las personas. Un empleado que comparte este propósito y lo hace suyo, va a sentir que hace una contribución al bienestar. Esto da al trabajo una dimensión de altruismo y espiritualidad, que va más allá de uno mismo”.
Día del Trabajo, desde la mirada del momento económico chileno
“El Día del Trabajo ofrece una oportunidad para reflexionar sobre los significativos desafíos del mercado laboral chileno, especialmente en un período donde 8,5% (febrero de 2024) de quienes desean trabajar no encuentran empleo. Frente a un crecimiento económico débil, el desempleo no aumenta más principalmente debido al incremento del empleo informal y de trabajadores en el sector público”, señala Ricardo Raineri, profesor del Diplomado en análisis económico para la gestión.
Además, argumenta, en Chile, casi un 30% de la fuerza laboral se encuentra en situación de informalidad laboral, sin contrato, lo que compromete su seguridad laboral y acceso a beneficios sociales. Este tipo de empleo está presente en todos los sectores, pero se presenta con mucha fuerza en agricultura (42%), construcción (41%) y servicios domésticos (58%).
En cuanto a disparidad de género, el profesor Raineri señala que la brecha salarial y la desigual participación laboral por género son problemas urgentes. Las mujeres ganan, en promedio, el 82% de lo que ganan los hombres por el mismo trabajo, y su tasa de participación en la fuerza laboral (53%) es significativamente menor que la de los hombres (72%).
“Estas disparidades, exacerbadas por normas culturales y una legislación rígida, limitan el progreso hacia un equilibrio entre la vida laboral y personal. Una mejor inversión en educación, el desmantelamiento de mitos y roles preconcebidos, y la flexibilización del mercado laboral son fundamentales para fomentar la participación femenina en el trabajo”, dice.
Y si hablamos de desempleo juvenil, según el Instituto Nacional de Estadísticas, la tasa de desempleo juvenil (entre 15 y 24 años) casi duplica la tasa nacional. Este problema es agudizado por la discrepancia entre los resultados educativos y las demandas del mercado laboral, especialmente en los campos técnicos y vocacionales, afectando gravemente las posibilidades de los jóvenes de integrarse en el mercado laboral y la sociedad, así como sus expectativas de desarrollo y aspiraciones. “Es crucial alinear los programas educativos con las necesidades del mercado laboral moderno, centrados en tecnología y habilidades orientadas a servicios, para reducir el desempleo juvenil y facilitar su transición hacia la adultez”, señala Ricardo Raineri.
Necesario crecimiento económico
Para el académico, “el crecimiento económico y la expansión de nuestra base productiva son esenciales para abordar los desafíos laborales en Chile. Un crecimiento sostenido y la creación de empleos formales en industrias emergentes pueden absorber una parte significativa de la fuerza laboral informal. Además, la expansión de sectores como la manufactura, servicios, educación y salud ofrece más oportunidades laborales, especialmente para mujeres y jóvenes, siempre que sus habilidades se alineen con las demandas de estas industrias. Invertir en formación vocacional y fortalecer la colaboración entre la industria y la academia son clave para cerrar la brecha de habilidades y facilitar la transición educativa al empleo”.
También, agrega, el crecimiento económico, especialmente en sectores de alta productividad, puede llevar a la creación de empleos bien remunerados y elevar los niveles generales de ingresos. Para aprovechar eficazmente el crecimiento económico, es esencial implementar políticas que promuevan el acceso a oportunidades, la educación, la formación profesional, la meritocracia, y el apoyo al emprendimiento y a las pequeñas empresas.
“Abordar estos temas en la actualidad subraya la importancia de una atención y acción urgente y continuas en estos frentes para promover un entorno económico más equitativo y productivo”, concluye Raineri.
Radiografía del Trabajo en Chile
Quisimos poner en una sola imagen la situación del trabajo en Chile. Si bien pueden faltar muchos aspectos, seleccionamos algunos relevantes sobre las más de 10 millones de personas que representan la fuerza laboral chilena.
Conoce todos los programas de postítulo de la Pontificia Universidad Católica de Chile en Educación Continua UC.